miércoles, 21 de septiembre de 2011

El Silencio de Las Corderas


Les voy a decir una cosa...

Al contrario de la mayoría de obtusos de este pais, soy de los que piensan que tener un pais con tantas diferencias culturales o de arraigo rural hace que sea muy interesante.

Lo mismo es porque mi sangre tiene mezcla gabacha y cañí, o por que no me he sentido nunca arraigado a ningún sitio.
Pienso que acierta quien opina que en la mezcla esta la pureza, como canta Pau Donés. Lo que me repatea es que se generalice en los estereotipos pensando que son una realidad. Ni todos los vascos son etarras o brutos, ni los andaluces unos vagos o guasones (es mas, los que conozco son mas bien sosos), ni los gallegos uraños, ni los catalanes tacaños y asin sucesivamente.

Ni los de madrid somos chulos... ¿Mentiendes...?

Pero, que la mayor ignorancia nuestra sea pensar que sólo ocurre esto en nuestro pais. No amiguitos, no...

Miren peliculas tipo Bienbenidos Al Norte o Fargo. En paises tan a la cabeza del retroceso humano como USA, tambien hay esos estereotipos, los de Tejas, (a mi me gusta decir Tejas...  Mejico...) son los de Lepe americanos. Y en Argentina, los torpes son los de Cordoba. Y así por el estilo.

Una vez llegado a este prólogo aclaratorio les cuento, se sube a mi carromato dos chicas muy simpaticas que venian en viaje de trabajo a la capital del imperio. La empresa queria que los comerciales de toda la nacion se juntaran, se conocieran y aunaran proyectos, etc.

Estas chicas eran de una comarca muy bonita de la provincia de Barcelona, El Penedes. Tierra rica en vino espumoso y fiambres.

Pues bien, las muchachas se montan con cierto aire de superioridad desmedido y me indican amablemente que las lleve al Hotel Auditorium. Tenian un atractivo acento catalan, acento que intensifica la entonacion al decir vocablos que contengan la letra L y terminar las palabras acabadas en D con la letra T. Por ejemplo, no suelen decir Madrid, sino MadríT. Al preguntarles de que zona de cataluña eran, se sorprenden de que les haya descubierto por el acento.

-"¡Vaya...! y como lo ha sabidoo? Mira que le dije a La Marta que iba a intentar que no se me notara" y se rie.

-"¿Por que? Nunca hay que renegar de los origenes..."

La otra chica para curar la indiscreción de su amiga dice, como para salvar los muebles :

-"Es que nos habian dicho que a los de Madrít no les gusta nuestro acento..."

-"¿Quien a dicho eso?" - Y sonrio. Ellas se rien y la amiga sigue:

-"Tambien nos han dicho... que Madrit es muy grande y que si pedimos indicaciones nos confundiran y nos perderan... que lo hacen para reirse del forastero" - Y siguen riendose como dos niñas pequeñas.

-"¡Por supuesto!" - Y ellas como locas ridiculas carcajean mas. Y ya en medio de una hilarante risa, la metepatas me dice:

-"Lo que nos han dicho tambien, es que tengamos cuidado con los taxistas, que nos querran engañar..."

Y vuelven a carcajearse, y mi sonrisa se torna en una mueca de mala leche y seriedad y las digo seriamente:

-"Eso no ha tenido ninguna gracia..."

Y derepente la carcajada de las dos se vuelveen un brusco silencio y desde el retrovisor veo me miran como los corderitos de la granja del sueño de Clarisse en El Silencio De Los Corderos. Un silencio chirriante. Me sentí Annibal Lecter. Cuando pasan 5 largos segundos les confieso con una sonrisa:

-"Que no... que es una broma..." - y sonrío. Ellas poco a poco vuelven a reir, como una locomotora que empieza a arrancar.


Es curioso, pero cuanto mas obserbo al humano catarrino, me doi mas cuenta de lo simple que es. Estas chicas venian con la información de que las iban a timar, porque los madrileños somos asín, o vete tu a saber.

En ocasiones, me doy miedo...


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