sábado, 29 de septiembre de 2012

El Ojo Que Todo Lo Ve




Les voy a decir una cosa...

A veces, me es muy complicado comunicarme con alguien que, como ayer, no deja de mirarme a los ojos como aquella mujer lo hacía.

Me sentí intimidado, cuando me sentía observado me sonrojaba de tal manera que, me costaba hablar y de vez en cuando mirarla por el retrovisor. Y el caso es que tampoco la conversación era el recopetín. Ya saben, el mañído tema de la crisis.

La mujer, de mediana edad, era farmacéutica de "Toledo capital" - como me dijo muy orgullosa de serlo. 

Pero su mirada me seguía inquietando, la razón, era sencilla: tenía un ojo de cristal.

Imagino que lo debió perder hace mucho tiempo, lo mismo cuando era niña. Pero, la forma de moverse, me refiero a la forma de mover el bueno, mirar por la ventana dejando el de cristal fijo, el modo de usar expresiones del tipo: "ya veo..." o "míra tú..." etc; expresiones muy castellanas (gracias al rico idioma español). 

Lo bueno era que, no solo lo disimulaba sino que además parecía no tener complejos. Y oiga, que me parece genial.

Y yo, habiendome a mí mismo llegado a este punto del total surrealismo, me pregunto... 

¿Cuando duerme se lo quita y lo guarda en una cajita de madera? ¿Lo abrillanta por las noches con cristasol? ¿Lo tiene de distintos colores?... 
Y, no te digo nada si te la encuentras durmiendo la siesta y no se ha quitado el ojo... ¡Yo me caigo pá tráss!..

O cuando la mujer tenga su momento de amartelamiento sheshuá con su pareja... ¿Podrá él concentrarse y cumplir como un champiñón a pesar de esa media mirada tan inquisitiva? ¿Podrá concrentarse o la pedirá que use parche pirata para esos momentos de la caidita de Roma? Aunque, no se que será peor... que se lo ponga o no.

Entiendo, que a estas alturas del post pensará que soy cruel... No te niego que, un poco, para que disimular. 

Pero comprenda que es complicado no pensar en ello. Es más, el trayecto se me pasó en un santiamén. No repare que para tener entre unos 50 a 60 años, iba muy bien arreglada, peinada y maquillada. Que hablaba como una persona culta que era. ¡Ni mas ni menos que farmaceutica... y de Toledo capital...!

Es como estar con un manco con una protesis de cartónpiedra y no poder parar de mirarle el no-brazo o tener entre mis brazos a una rubia despampanante con una verruga repugnante con vellosidades y no poder desviar la mirada del papiloma con pelos.

La curiosidad humana o el llamado morbo, amiguitos, hace de uno que afloren los instintos infantiles adormecidos. Es como que si te dicen que se ha muerto tu mejor amigo lo que menos te importa es la pena de la noticia... ¡Queremos saber de qué a muerto!

Pues con el no-ojo igual. 

Ahora podré decir que hay miradas que nunca se olvidan. Al menos esta, no.









SI ERES APRENSIV@ NO MIRES EL VIDEO


















TE LO ADVERTÍ.  ERES MUY MORBOS@













martes, 25 de septiembre de 2012

Adios Septiembre



Les voy a decir una cosa...

Septiembre se acaba, agoniza. Se nota, no solo en el tiempo, se nota en la ropa. Cuando agonizaba Mayo de repente hubo una explosión de hombros desnudos, muslos desnudos, bustos en busca de esa libertad que ansía el mirón de turno. Y aunque ellas les moleste ser escaneadas en el fondo les encanta ser admiradas por el respetable voyeur.

Pero Septiembre esta agónico, yo le doy 4 días... 5 como mucho. Los médicos ya le han sedado y estamos esperando que suceda lo que tiene que suceder.

De repente, toda aquella que necesitaba liberarse de la segunda piel textil ahora se envuelve - cual cebolleta - en un magma de abrigo, fular/bufandita y (que no nos falte de naa... que no, que no...) botitas de agua. Que mira que de pequeñas habían renegado de ellas cuando la máma se las ponía para ir al cole. Pues no. Ahora, ya puede estar haciendo un poco de tardecita nubosa sin agua, y ellas ¡chas! sus botitas de agua, no vaya a ser que las pille por sorpresa la gota fría o el diluvio universal y tengan que pisar algún charquito.

Septiembre se nos ha ido dejándonos ese sabor agridulce del voyaestirarmiveranitocomopueda.

Hemos hecho en 2 semanas todo lo que no hemos hecho en 3 meses. Un finde en la playita, una tarde de teatro, un paseo por la sierra pobre de Madrid, tardecita de tiendas de fin de temporada, visita a los aldeanos de mi pueblo.

Septiembre nos da esa libertad que tanto ansiamos en verano, pues cuando acaba no tenemos que lucir el palmito, vuelve la comida base de purés, caldos de cocido, y el pijama cómodo y la bata de guatinee. Esas tardecitas de sábado y domingo viendo a Sarita Montiel hace 158 años cantando en playback un cuplé a la par que se come un mazapán que la empalaga tanto el paladar que sus quijadas no dan mas de si.

Septiembre nos ayuda a pensar en él o ella. Nos ayuda a meditar lo que nos hubiera o hubiese gustado sentir si él o ella se hubieran o hubiesen dado cuenta cuando con la mirada les decíamos "hazme tuy@".

Para algunas madres, Septiembre las libera de sus niños. Para algunos padres, Septiembre les libera de la monotonía de no hacer ruido porque "por las noches con el astío del verano la puerta ha de estar abierta para que haya corriente. Y claro, los niños también sufren insomnio por las altas temperaturas".

Septiembre agoniza. Lo siento de veras por los heladeros, los saltimbankis de semáforo, los vendedores de poesía callejeros y las meretrices de bajo estanding o putillas de polígono






P.D. :
Septiembre agoniza habiendose llevado a baul del recuerdo a Rafa.
Le echaremos de menos... mucho.


lunes, 24 de septiembre de 2012

Historia De Miedo

Note por su voz nerviosa y temblorosa que algo la preocupaba. 

Me pidió que la llevara lejos.

- "¿Cuanto de lejos.."  - bromee yo buscando su tranquilidad y su bonita sonrisa. Pero ni una ni la otra. Estaba pendiente de no ser vista en la huida, de no ser perseguida, de haber podido salir de aquel antro sin ser vista.

- "¿Como dice...?  es que llevo prisa... lleveme a... Villalba. Ahora le digo la calle (sacó el movil) a la c/Real 25... y rapido, no se detenga aunque note cosas raras".

Aquello último me extrañó igual que su obsesion por mirar atras. Era como si estuviera huyendo de algo. Iba vestida de forma sensual, era muy atractiva. pelo ondulado y claro, ojos verdes, muy atractiva. Piernas interminables que terminaban en unos zapatos de escandalo, pechos firmes y erizados por el miedo, pequeños en su medida justa y sin sosten, piel bronceada, bueno eso lo intuí porque a las 03:00 de un domingo como el de ayer, hay que tener imaginación.

El trayecto transcurria sin problemas pero ella seguia con la vista hacia a tras y hacia todas partes. Su impaciencia por salir de Madrid era evidente, sobretodo en los semaforos.

De repente, sin saber de dónde o cómo aparecieron unos Q7 oscuros detras de mi taxi. Iban dando rafagas con sus luces altas, molestaban bastante. Ella se asustó y empezó a decirme que fuera mas rapido. Uno de los Audi me adelantó y el otro se me pegó a la parte trasera.

Lenta y progresivamente me obligaron a frenar mi velocidad hasta parar.

La respiracion de ella era rapida y angustiosa, se mezclaba con un yanto susurrante. Yo no entendía nada, miraba a mi alrrededor en busca de algun coche Z de policia, pero no se si fueron los recrtes o la mala suerte que no apareció ninguno. Pero el miedo y los  nervios me tenian paralizado.

Del vehiculo delantero unos segundos despues bajaron 2 hombres, parecian gemelos. Uno de ellos me indicó con la mano que bajara la ventanilla, en concreto la mía. La bajé, y medio sonriendo me miró y me dijo con acento de los paises del Este:

- "¿Cuanto ssse le debbe... siniorr...?" - dijo sacando un fajo de billetes de todos los colores pinzados por un billetero de oro.

El otro gorila abrió la puerta de atras donde estaba sentada la chica y simplemente la dijo:

-"Baja... no lo pongas mas dificil... al final le vas a enfadar..."

Con tristeza mezclada con miedo recogió su bolsito, me miró en silencio y salió de mi taxi. El gorila la llevaba de la muñeca pero con mucho cuidado, como si no quisiera dañar con su extrema fortaleza sus delicados huesos. No vaya a ser que su jefe se diera cuenta.

- "... 8,35€... pero... ¿a donde se la llevan...? ¿no la irán a hacer daño...?" - dije como un niño asustado.

- "Shhhh... (me interrumpió) tenga... porr lasss molesstaiasss... continue..." - y me puso en el salpicadero 2 billetes de 20€ y sonriendo se fue, entró en el Audi de atras. Y se fueron.

Les voy a decir una cosa...
Me quedé unos segundos sin reaccionar. Los coches pasaban por mi lado pitando y dando largas y yo no podia dejar de pensar en esa mujer. En sus ojos de pavor, en su piel temblando. En que la harán por haberse escapado conmigo, supongo...

Un golpecito en el cristal me sobresaltó.

Era un municipal que me preguntaba de manera chulesca qué hacia en el carril parado enmedio de la c/ Princesa(no se crean que preguntó si necesitaba algo). Les conté lo que me habia pasado, me preguntaron la descripcion y detalles de los hombres, la mujer, etc. Y cuando les pregunté que opinaban simplemente me dijerón un "es lo que hay...".

Es lo que hay.

Mujeres vendiendo su alma... y es lo que hay. Seguro que al principio ella disfrutó de su estatus, pero de todo una se cansa, al final una piensa que venderse así no merece la pena. Lo malo es que todo depende de lo esclava que fueras y lo caprichoso sea tu dueño. De si entendiera bien tu deseo de marcharte, de si lo aceptara o de si lo contrario no quisiera.

Es lo que hay...


miércoles, 19 de septiembre de 2012

Emilio

Les voy a decir una cosa...

En la soledad de mi carrotasís a diario me suceden cosas comunes a los demás mortales. Cosas que no hacen que mi vida sea algo distinta a la de ustedes.

Por mi asiento de atrás pasan gente desconocida con sus vidas, enriquecidas con salpicones de tristezas, comedias, usuras, misterios... misterios... ayer lo que me ocurrió fue un poco misterioso.

A eso de las 18:47 en la calle General Oraa, sube a mi nave del misterio (que diría Iker Jimenez) un tipo común, vestido de forma común, y de aspecto común. Pero para mi era alguien conocido. 

Y vaya que si lo era... ¡era Emilio!. 

Emilio me acompañó toda mi infancia, era inseparable, jugábamos, reíamos, nos enfadábamos a todas horas. Fijense que hasta vivía y dormía conmigo... en mi imaginación. 

Emilio tenia una sonrisa peculiar, y no me juzgaba cuando era mas lento que él o pedía repetir otro plato de postre, ni se reía de dixlesía comprensiba. Es mas, me ayudaba con paciencia a comprender lo que ponía en los libros del cole. Eso si, a él también las mates y química se le daban fatal... suspendiamos siempre.

Para ser mi amigo imaginario Emilio era genial. Hasta que un día discutimos por Bertha Caballero. Nos gustaba a los dos y yo notaba que a ella le atraía él mas que yo. Me entraron unos celos asesinos.

Así que al sentirme traicionado le dije que me dejara, que no le necesitaba... y se fue, salió corriendo.

Y mira 25 años después monta en mi taxi. Ya no soy el único que ha engordado, pero sigue igual. La misma mirada, la misma sonrisa picara y traviesa, la misma marca en la cara que se hizo cuando fuimos a tirar piedras a los del San Juan Bautista y le dieron (fue idea de él, yo no tuve nada que ver con aquellas ventanas rotas).

- "¿Como estas Emilio? No has cambiado nada...".  - dije.

- "¿Cómo sabe mi nombre...?"  - me dijo sorprendido.

- "Te veo fantástico... pensé que estabas muerto. Como después de pelearnos te fuiste y me dijiste que no te vería mas."

- "¿Muerto?".

- "Claro, no te acuerdas de mi porque hace mas de 25 años que te fuiste. Soy Dan, tu mejor amigo de la infancia. Bueno... tu mejor amigo imaginario. Te viniste a vivir en mi mente el día en que nos encontramos después de la muerte de tus padres... Te he echado mucho de menos todos estos años."

- "¿Como sabe usted lo de mis padr..."  - y abrió la puerta y se fue corriendo.

Todo seguía en su sitio, nada había cambiado. Emilio no llevaba bien lo de ser huerfano. Es una pena, se fue sin dejarme decirle que lo sentía mucho y que había sido un egoísta. Que al final Bertha se lió en octavo con Carlos Bruño el mangui de la clase C.

Y que sentí su perdida todos estos años. Pero Emilio, como siempre, tenia que estropearlo todo y salir corriendo.



miércoles, 12 de septiembre de 2012

Leyendas Urbanas. Vol. III

Les voy a decir una cosa...

Como padre de esta historia real basada en una ficción, o viceversa, crea usté lo que quiera... Necesito que mientras lee este post, haga un ejercicio basado en un ejercicio de Estanislawky como los actores, a saber, somatize el personaje principal de la historia.

El personaje que necesito que se envuelva es u pobre anciano de unos 78 años, angustiado por el dolor y lamentando con un constante ¡AAAAYY!... (pausa de unos 3/4 segundos) y repetidamente diga: ¡AAAAYY!... ¡AAAAYY!... ¡AAAAYY!... ¡AAAAYY!... ¡AAAAYY!... ¡AAAAYY!... ¡AAAAYY!...
 mientras lee la historia que les voy a contar.

FIN DEL PROLOGO








Me hacen parar en la c/Gnal. Ricardos.  Al principio no lo vi, pero la que me paró fue ella pues el hombre estaba (literalmente) abrazado a un árbol mirando al sentido contrario de la carretera. Él subió con gran esfuerzo y musitando un doloroso: ¡AAAAYY!...¡AAAAYY!...¡AAAAYY!...¡AAAAYY!... ¡AAAAYY!... ; rítmico y de vez en cuando con mas volumen.

- "Al clínico... rápido" me dijo ella - (¡AAAAYY!...¡AAAAYY!...¡AAAAYY!... ¡AAAAYY!...) decía él de fondo y sin parar.

Raudo como las balas me propuse en mi interior que ese pobre anciano, que estaba como un niño chico haciendo que lloraba y canturreando el consabido ¡AAAAYY!... una y otra vez no sufriera mas.

He de parar aquí un momento mi historia para decirle al señor/a lector/a que el anciano en los 14:37 minutos que duró el trayecto, ¡¡¡NO PARÓ DE QUEJARSE!!!


Desee todo el camino en vez de ser conductor de tasís haber tenido una ambulancia para poder sentir la adrenalina que se siente al tener el poder al volante tan solo armado con una sirena, unas luces y un vejete agonizando por el terrible dolor que le dejaba valdaito... 

La situación ante el retrovisor era tragicomica y con un toque de patetismo que ni el mismísimo Azcona lo hubiera guionizado para una de las peliculas de Berlanga. Él quejandose y ella sin inmutarse le daba palmadas en el muslo y le decía de una forma seca y brusca:

-"¡Ennnga caaaaalmate... ya llegamos... el señor tasísta no puede ir mas rapido...!"

- "¡AAAAYY!... ¡AAAAYY!... ¡AAAAYY!... ¡QUE ME MUEROOOO! ¡AAAAYY!...¡AAAAYY!... ¡QUE ME DUELE MUSHOOO! ¡AAAAYY!...¡AAAAYY!...¡AAAAYY!... ¡NO SIENTO NIL CORASOOOOOON! ¡AAAAYY!...¡AAAAYY!...¡AAAAYY!...¡AAAAYY!..."

Y yo sudando la gota gorda, sufriendo al sentir que no llevaba una ambulancia, no, llevaba un puñetero taxi que tenia que parar en todos los semáforos y respetar las señales viales.

- " ¡AAAAYY!... ¡AAAAYY!... ¡AAAAYY!... ¡AAAAYY MI MAREEE QUE ME DUELE EL CULOOOO AYYY QUE ME DESANGLOOOO..."

¡Cielo santo... (pensé) encima se me mea...!" - y aceleré jugándolo un todo por el todo cual Alonso saliendo el 14º.

- "Ah... mentalizate que no entraré contigo... asinque les explicas a los señores médicos que es lo que has echo... ¡degenerado... pervertido...!"

(pausa valorativa)

Un momento, para la cinta Paul... ¿degenerado... pervertido...? ¿entras y les explicas... ¡lo que has echo!?. 

Y, ¿que había echo esta muñeca chochona que no paraba de decir ¡AAAAYY!...¡AAAAYY!...?




 ¡La madre que lo cagó...! 

Todo lo vi claro cuando entré raudo y veloz a por una silla de ruedas y el "ancianito" me la rechazó con un casi manotazo a mi lomo.

Del brazo de su mujer y agarrándose la bolsa escrotal y el orto se fueron ante mi estupor al oír la conversación que mantuvieron con la enfermera de urgencias... fue mas o menos así:

(Enfermera): "Pero Roque... ¿otra vez...?

(Roque): ¡AAAAYY!...¡AAAAYY!...¡AAAAYY!...¡AAAAYY!...¡AAAAYY!...¡AAAAYY!...

 (Esposa de Roque): "Si hija... ¡oootra vez aquí...! ¡Y otra vez lo mismo... es que no hago carrera de él!

(Roque): ¡AAAAYY!...¡AAAAYY!...¡AAAAYY!...¡AAAAYY!...¡AAAAYY!...¡AAAAYY!...

(Enfermera): "¿y esta vez con que...?"

(Roque): ¡AAAAYY!...¡AAAAYY!... ¡CON UN SALAMI... ES QUE TENGO MUSHO VICIO...! ¡AAAAYY!...¡AAAAYY!...¡AAAAYY!...¡AAAAYY!...¡AAAAYY!...¡AAAAYY!...¡AAAAYY!...





Si amigos... Así de estupefaciente  me quedé al haber vivido una leyenda urbana in person...  

Ya lo dijo Albert Camús: 

La estupidez insiste siempre, sobre todo en los más estúpidos.



miércoles, 5 de septiembre de 2012

La Última Noche Del Penelope



Les recojí a eso de las 04:26 de la madrugada del Penelope. 

Eran cuatro amigos celebrando algo que celebrar, la edad de cada uno no superaba las 3/4 partes de la mía.
3 chicos y una chica. 

Me llamó la atención que uno de ellos parecía que no disfrutaba igual de las bromas y sandeces que el alcohol les hacia decir y hacer, o viceversa.

El trayecto fue un tanto tortuoso, pues he de decirles que cuando transporto ganado alcoholizado no es agradable, para mi. A veces es mas tedioso que llevar un niño suicidable. Yo obserbaba a mi copiloto (el agasajado con tan magna fiesta), y parecía distante. Como si la fiesta que se había organizado no iba con él. Callado, ausente, taciturno.

Gradualmente fuimos descargando a los demás, hasta que quedamos: mi copiloto, la chica y servidora.

Cuando llegamos a la c/ Minerva, en Vicalvaro, la chica salió sin despedirse (cuanta amabilidad) pero mi copiloto no se movía.

- "¿Es que no piensas bajar...?" - dijo dirigiéndose a él buscando las llaves del portal.

- "No... no me apetece... sube tu, me apetece oxigenar mi mente..." 

La chica ligeramente embriagada, con el gesto de sus cejas y su mirada lo dijo todo y no se le oyó decir nada. Y entró al portal.

Él no me decía destino, miraba fijamente al frente, y yo esperaba. 35 céntimos después, pregunte a donde quería que nos fuéramos. Me miró y me dijo:

- "Por gustarme... me gustaría desaparecer de esta maldita ciudad... ¿no le ha pasado nunca que se encuentre a veces solo y esté rodeado de personas?... Estoy harto de tanta falsedad. Esos no son mis amigos, y esa ha dejado de ser mi compañera... estoy muy harto y el problema es que no sé como romper todo este vinculo... porque se desmoronaría las piezas del puzzle de mi vida... y es algo que me astía y me angustia cada vez mas... Hemos celebrado una pequeña despedida de solteros y se que me la está pegando con el que hemos dejado en Luis Ruiz... lo sé desde hace tiempo... y los he vuelto a pillar esta noche en los baños del Penelope, ellos no me han visto, pero yo si..."

De repente hubo un silencio, una reata de angeles pasaron por encima de nuestras cabezas. Me armé de valor y dije:

- "¿Y donde quieres ir...?  porque en la vida marcamos un destino con un rumbo, a lo mejor el trayecto no es fácil, no es fácil mover la maquinaria, pero lo importante es saber a donde quieres llegar... o si quieres llegar..."

- "No lo sé... pero no quiero seguir con esta pantomima, ¿sabes...?" -  dijo mirandome a los ojos y con los suyos encharcados a punto de desparramar la rabia y tristeza contenida. Abrió el portal y entró.


Les voy a decir una cosa...

Muchas veces en mi vida me he sentido igual. 

A veces sentimos que la vida que llevamos no es la vida que hemos planificado o deseado. Muchas veces me siento solo en medio de multitudes de espectros que ya no tienen ningún significado para mi, muchas veces deseo tener otra vida, pero tengo esta. Tenemos la que tenemos, y si no nos gusta somos nosotros los que tenemos que movernos, porque la tierra ya gira poco a poco y nosotros en ella. 

Y si queremos llevar otro rumbo hay que adaptarse y sufrir las consecuencia o los embistes de las nuevas circunstancias.

O simplemente dejar nuestra barca a la deriva.