martes, 29 de marzo de 2011

Las Galletítas

Les voy a decir una cosa...

Desde pequeño me di cuenta que si quería algo de otro niño y este no quería lo mejor era decir la formula mágica... Solo tenia que ponerme serio y decirle:

- "Hay que compartir..."
Era una formula mágica pues el otro niño sentía un pudor y vergüenza tal que con cara de resignación te daba lo que fuera con tal que no dijeras al resto de los niños que era un egoísta. Si amigos... De niño servidor ya apuntaba maneras.

Pues bien, me ha recordado mi infancia el echo que les contaré, el sucedido de hoy. Sube a mi carromato una muchacha de buen ver. Un poco sonrojada y no dejaba de sonreír y hablar susurrando.

Después de unos minutos de silencio, me mira por el retrovisor y me dice con una sonrisa:

-"¡Madre mía, que vergüenza! ¿Sabe lo que me ha pasado? Si se lo cuento, no me va a creer..."

 
Con las cejas arqueadas, esperando cualquier cosa le respondo:

- "Sorprendame, no se imagina la de cosas que podría contarle yo..."
Después de mirar por la ventana unos segundos con una sonrisa se lo piensa y me dice:

- "Pues mire, el avión que debía tomar venia con retraso, y claro como llevo el día minutado... pues la noticia me había sentado bastante mal...

Así que, he ido al quiosco del diutifrí y me he comprado un paquete de galletitas saladas y me he sentado en la sala VIP a esperar.

Justo al lado mio, separado por un asiento en el que había dejado mi bolsón , al rato se ha sentado un hombre con un periódico y se ha puesto a leerlo... Hasta aquí todo correcto, ¿no?"

- "supongo que afirmativo... Siga, siga..." Digo cual portera de barrio con sumo interes.

- "Pues cuando me dispongo a comer una galleta salada me doy cuenta con el rabillo del ojo mientras trabaja con mi tablet, que un instante después el hombre me mira y se mete en la boca una de mis galletas...

Cojo otra, y me vuelve a mirar y el toma otra... Y pienso: "¡pero, que morro tiene!"
Espero unos segundos después de haberme tragado la tercera galletita, observo que se me queda mirando unos segundos... y cuando vuelvo a coger otra acto seguido ¡él hace lo mismo...!

Y sigo trabajando, y así me cómo otras 2 mas y el, ¡aleé, otras 2 mas...!  Pero, sin seguir el ritmo el hombre, mete la mano en a bolsa... rebusca y mirándome con una sonrisa pícara va y me dice:

- "Bueno, pues habrá que compatir... ¿No?..."

Y coge la ultima galleta la parte en 2... ¡¡¡y me ofrece una de las mitades...!!!

-"¿Y?"- digo le contesto expectante.

- "Pues muy indignada, le digo: ¡sí hombre... Siií... Cómetela toda tú...!  ¡Tú tranquilo... Así te de un dolor de tripa!... "Se la rechazo, recojo mis cosas y me despido de él con una mirada de ódio fulminante, entro en el avión, y cuando me dispongo a buscar un paquete de klinex en mi bolsón... ¿Y sabe de que me doy cuenta??

-"negativo... Soy todo orejas"
Y me dice con unos ojos muy expresivos y las manos al cielo:

-"¡¡¡QUE TENIA EL PAQUETE DE GALLETAS INTACTO DENTRO DEL BOLSO!!!... ¡¡¡QUE ME ESTABA COMIENDO SU PAQUETE DE GALLETAS!!! ... Que vergüenza por favor..."
  
Si, amigos... Mira que se ha descubierto todo tipo de explicaciones de todo y para todo.

Pero daría mi recaudación de hoy, por ver a ese hombre explicando a su mujer, como tiene que compartir su capricho de los aeropuertos... con una desconocida que le levanta la mitad de bolsa...

¡Y encima la tía se ofende porque se habían acabado!

No hay comentarios: