lunes, 14 de marzo de 2011

Castellana 190

Les voy a decir una cosa...

Ayer fue un domingo normal, lluvioso, frío, melancólico, raro.

Estaba yo en la fila de la Puerta de Atocha cuando cargué a una señora de unos 65-70 muy amable. Me pidió que la llevara a Castellana 190.

¡En marcha!

Al doblar por la glorieta de Carlos V hacia el Pº del Prado ya en el primer semáforo me extrañó que ningún "compañero" tomara nuestra misma dirección. Todos iban para el lado contrario.

También me extrañó que en el otro lado de la carretera en sentido contrario no hubiera coches. No hubiera transeúntes.

Pensé: " que raro... si solo son las 00:20..."

Miré el reloj del carromato y la hora había desaparecido.Sin darme cuenta no escuchaba nada por la radio, y al ir avanzando hasta el siguiente semáforo, el de Cibeles, me percate que estaba todo desierto.

Mire por el retrovisor y allí estaba la anciana con una sonrisa mirando complacida la calle y disfrutando del panorama. Bajé la ventanilla y para mi sorpresa, no había ningún ruido, no se oía nada. Silencio. Ni siquiera el viento.Ni siquiera el maullído de un gato cabreado.

Me baje del auto y constaté que estaba solo en la inmensidad de una ciudad fantasma. Silencio y mas silencio. Les puedo decir que empecé a asustarme, porque desde muy chico no me gusta la noche ni la oscuridad. Y al entrar en el auto, arranque viendo que estábamos solos por Madrid, mi carro, la vieja que no dejaba de mirar hacia la ventana con esa extraña sonrisa y servidor un poco cagado de miedito.

-"Si pudiera cambiar algo de su vida ¿que cambiaría?" me dijo la amable anciana. Y frené.

- "Si pudiera cambiar algo... no cambiaría nada... porque entonces yo, no sería mas yo... hubiera sido la vida de otro..."

-"Todos deseamos vivir otra vida... Todos queremos no cometer mas errores... Cierre lo ojos, y reflexione: Voy a hacer de mi vida y de los mios, algo que valga la pena... de aquí en adelante... de aquí en adelante..." 

Sin saber el porqué, cerré los ojos y susurré con ella: "de aquí en adelante... de aquí en adelante... adelante... adelante... "

¡¡¡¡ADELANTEEEEEE!!!!    ¡QUE TE HAS DORMIDO!

Les juro que el corazón se me salía del pecho, estaba con la babilla del que se duerme una siestecilla... con un dolor de nuca del susto y un frio en todo el cuerpo... Que mal sueño, que pesadilla, por dios.

Aceleré, y en el tumulto de la gente que me estaba mirando con algunas risas, levanté la mano para indicarle al siguiente que me diera su maleta y montara en el carro.

Y, no lo van a creer... por detras de un par de clientes que esperaban en la parada apareció la misma anciana, con la misma ropa, con la misma mirada inquietante y la misma sonrisa, la misma voz que me dijo al subir:

- "Por favor, joven...  si es tan amable lléveme a Castellana 190..."






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