martes, 28 de junio de 2011

Tristón Y La Camarera

Me alza la mano un chavea muy pintón pero con el semblante triste. Me pide que le lleve a Estrecho. Y después de un par de esquinas y 3 semáforos me dice a boca jarro:

-"¿Le puedo pedir su opinión personal?"

-"No"  - digo a bocajarro yo tambien, soy así, que se le va a hacer.

Y como si no me hubiera escuchado, que si oído, me dice en tono triston:

-"Llevo dos años haciendo algo estúpido... Se trata de una camarera, entro en su bar sólo por verla (la verdad es que no me atrevo a mas), lo hago una vez a la semana. Siempre hablamos lo mismo: le digo "hola", me contesta "hola", pido mi consumición (caña o café con leche), me la sirve, le pago y me da el cambio con un monótono "gracias". Nada más. Luego, paso todo el tiempo mirándola disimuladamente, aunque se me nota demasiado, mientras ella atiende a otros clientes, frega vasos o habla con alguien. Cuando ya no puedo soportar más su belleza, me marcho. Ya ve, en mi caso, la guarrada de ser muy tímido me impide intentar algo más..."
(Silencio valorativo)

-"¿Se le conoce mancebo o pretendiente a esta muchacha?" pregunté cual celestina curiosa pero a la vez distante.

-"Que yo sepa, no..." - contestó raudo el chavea tristón.

-"¿Ha probado a escribirle una carta para explicarle sus sentimientos?"

-"No... no me atrevo" - me dice con cara de perrete abandonado.

-"Pues, pruebe a hacerlo. Si ella le contesta, invitela a ir al cine o a dar una vuelta"

-"Y ¿resultará...?"

-"No lo se, lo que sí se es que si no prueba, nunca lo sabrá. Ahora, de esta manera tiene un 50% de que el resultado sea positivo... Pero este preparado para un simple: No..."

-"¿Le importaría ayudarme a escribirla...?"


Les voy a decir una cosa...

Nunca diré si le ayude o no. Eso lo dejo para mí.

Pero, en la era de la tecnología y la comunicación, hay una falta total de espontaneidad y lanzarse a la piscina sin mirar si hay agua o no.

Cada vez mas me entristece ver que hay mas gente que solo sabe comunicarse por medio del Feisbuk o el Tuíter.

Hacen amigos virtuales, construyen vidas virtuales, pero no se dan cuenta que la vida es real. La vida, con todos sus sinsabores y dulzuras es real. El desengaño no es negativo, filtra los posos de la vida y diluye y deja salir lo mejor de ella. Aprender de los errores es sano.

Christian fue ayudado por Cyrano para conseguir a la bella Roxana, que era una sosa a la par de una miope. Pero al final mataba por dentro a Cyrano, pues llego a enamorarse de ella...

No es mi caso, pero hay que arriesgarse. Hay que nadar sin guardar la ropa, haganme caso que de eso tengo un master (del universo), y a sí me va.

El fracaso es positivo pero doloroso.




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