viernes, 17 de junio de 2011

Paredes De Cristal‏

Les voy a decir una cosa...

El comportamiento humano varía entantoencuanto a la cantidad de ojos haya mismamente observándonos. 

No actuamos de la misma manera, por poner un ejemplo, al tropezar en una calle concurrida que en una calle vacía. En la vacía, generalmente, nos reiremos pero en la concurrida miraremos al horizonte como si la cosa no fuera con nosotros, actuamos como si fuéramos de linaje aristocrático.

Dentro de nuestros utilitarios es igual. Tendemos a pensar que estamos encerrados en una cámara especial y somos inmunes a las miradas curiosas del exterior.

Me hace gracia las mujeres que, aunque se hayan levantado 3 horas antes para reconponerse y acicalarse (¡que ya esta bien! 2 horas y media en el baño... ), el puntito final lo hacen se semáforo en semáforo peinadose, poniéndose carmín en los labios o recorriéndose el filo del párpado con un lápiz de rayas. ¡Que valor! El día que fabriquen el coche con lavabo no me extrañaría ver a alguna haciendo gárgaras y escupiendo al asfalto después de lavarse la boca. Tiempo al tiempo.

Luego están los que esconden sus ojos detrás de gafas oscuras o de espejo. Que hacen todo lo posible por no seguir la estela que deja la muchacha de pechos turgentes que cruza por un paso de peatones. Se quedan rígidos como estatuas pero les delata la media sonrisa de anhelos reprimidos o de dejar vagar su mente sucia.

Luego están los deshinibidos que hacen playback, menos en el estribillo, que se desgañitan cantando el "Yo soy aquel" de Raphael (gran canción) y solo les falta salir del coche y gritar:

- "aaamooooorr...! aaaamooooorr...!"

O están también esos que sujetan el volante con las 2 manos y con los dedos índices hacen que tocan la batería mejor que el de Maná, que mira que hace aspavientos de heavy metal mientras que el cantante se ahoga suicidando la canción (y ahora, un saludo a los fans de Maná que se estarán yendo del blog).

O los que, para que nadie los vea, juntan el índice y el pulgar de la mano derecha y se marca unos punteos con la palanca de cambios, que ni Santana.

Lo que mas me gusta es sacar la lengua a los críos, a ser posible de entre 4 a 8. Son los mas cómplices del juego. Es peligroso hacerlo con niños de menor edad, porque por la vergüenza o el asombro, no entienden la broma y se pueden poner a llorar ofendidos. Y termina uno disculpandose ante el padre o madre ofendido.

El mundo pareja en esto da mucho de si. Están los que se aman como nadie, en los que, el que disimula siempre es el que lleva el volante, mientras el copiloto/a le besa, acaricia, le mima, o le toca el bajovientre que es cuando el que conduce da un respingo, se ofende y el acompañante se ríe calmándole con un beso y con cara de: "aaanda tonto/a...".

Esos me dan envidia sana, entiendan que paso mas de 10 horas solo en el bugataxi.

También es curioso, y triste a la vez, los que están en el polo opuesto al amor. Me refiero a esos que están discutiendo y hacen del estruendo personal la mas misera de las insidias. Normalmente, al igual que ocurre con los del Club Del Pepino, uno da y el otro recibe. Si el que es el ofendido es el del volante hago todo lo posible por alejarme, no vaya a ser que le de por hacer extraños al timón o suicidar la relación.

El pasado martes asistí a un triste ataque de ansiedad de una mujer que mientras chillaba y lloraba preguntando a su copiloto: "¡¡¿porque me haces esto?!!"  Una pena, oiga.

Luego están los que no saben que hacer con las falanges de sus manos, o bien se rascan todo el rato, que buscan petróleo en los agujeros de la nariz (lo peor es que miran el hallazgo como pensando "¿quien ha puesto eso ahí...?"
Y luego están los que hablan por el manos libres o solos, vamos, los que hablan. Esos que de repente están al lado tuyo y se ponen a reír mirándote como si es obligado que te haga gracia...

Pero la cuestión es:

Si estamos tan acostumbrados a comportarnos como realmente somos en un espacio reducido, normales, maniáticos, locos...

¿porque al entrar a un ascensor, solo miramos hacia arriba o al suelo y si nos hablan respondemos sin mirar a los ojos?

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