miércoles, 15 de junio de 2011

El Secreto De Una Maleta




Les voy a decir una cosa...

Cuando aquel abuelito subió, no pensé que varios días después todavía lo tuviera en mi memoria.

Iba con un traje oscuro un bastón y una maleta de cartón duro. Como salido de la segunda temporada de Cuentame. Me recordaba a esos antiguos cómicos rurales que en tiempos de la posguerra tenían, a veces, que compartir las habas con algún alcalde o con algún cerdo en la porqueriza.

Me indico que le diera una vuelta por Madrid, quería ver su ciudad natal.Miraba por la ventana como un niño chico. Impresionado por los letreros, los escaparates en forma de pantalla digitales y miraba ruborizado por Chueca o Malasaña cuando veía que había chicas con el pelo cortado a lo garçón se morreaban con otra con total inhibición.

Me llamo la atención que, el pobre, se aferraba a su maleta de cartón y mientras íbamos de camino al Hostal sacaba de algún bolsillo interior un papel que leía y suspiraba.

Y con anhelo y nostalgia volvía a mirar por la ventana y en su expresión se atisbaba cierta quemazón reprimida, como de desear lo que no se puede tener, porque no toca o porque la vida te lo robo. O simplemente, no pudo ser.

Resignado y contento a la vez, me pidió parar en el puente de Bailen para ver el anochecer e hipnotizado y extasiado me dijo:

-"Maravilloso, ¿verdad?"

-"No lo dude..." dije mirando el skyline oeste de mi ciudad.

Le dejé en su hostal y se fue.

Me gusto llevarle, porque, aunque casi no hablamos en el trayecto su compañía me daba sosiego y paz. Y sé que ese recorrido que habíamos dado tenia algún porque, pero no me dí cuenta entonces.

Al cabo de unos minutos una pareja, al sentarse en el asiento de atrás, me dieron un papel que había en el suelo. Supuse que era la cuartilla plegada que el abuelo leía y emborronaba mientras íbamos por tour. Se le debió de caer mientras intentaba salir del auto. La tomé, la abrí y la nota decía:

"Si pudiera vivir nuevamente mi vida, la próxima vez trataría de cometer más errores. No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.

Sería más tonto de lo que he sido, de hecho, me tomaría muy pocas cosas con seriedad. Sería menos higiénico. Correría más riesgos, haría más viajes, contemplaría más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos. Iría a más lugares adonde nunca he ido, comería más helados y menos habas, tendría más problemas reales y menos imaginarios.

Yo fui una de esas personas que vivió sensata y prolíficamente cada minuto de su vida; claro que tuve momentos de alegría. Pero, si pudiera volver atrás, trataría de tener solamente buenos momentos.

Por si no lo sabes, de eso está hecha la vida, sólo de momentos; no te pierdas el ahora.

Yo era uno de esos que nunca iban a ninguna parte sin un termómetro, una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas; si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano. 

Si pudiera volver a vivir comenzaría a andar descalzo a principios de la primavera y seguiría descalzo hasta concluir el otoño. Daría más vueltas en calesita, contemplaría más amaneceres o anocheceres, y jugaría con más niños, si tuviera otra vez vida por delante.

Pero ya ves, tengo 85 años... y sé que me estoy muriendo. 

Pero esta noche se acabara todo, descansare y volveré junto a ti y ya nada nos volverá a separar. Cinco años sin ti son como cinco losas de mármol que aplastan mi alma. Solo espero que en el cielo sí te acuerdes de mi, maldito alzehimer, y recordemos a que sabe nuestro amor."


Volví al hostal para hablar con el vejete, pero acababa de salir. El conserje me preguntó si quería dejarle algún mensaje y solo dejé la nota para que se la dieran cuando llegase y apaegué el taximetro para irme a casa.

Mientras conducía por las calles de mi ciudad pensaba en aquel hombre, en su mirada complacida por ver por ultima vez todo lo que vio cuando era joven. era como si se estuviera despidiendo de este mundo de soledad, soledad sin ella. Y no me puedo quitar de mi cabeza esa maleta de cartón, tan pequeña para guardar poco equipaje y que sea fácil de manejar, si lo que lleva en su interior es algo que no pesa mucho.

Y entonces lo entendí, podría llevar algo parecido a una cuerda. Algo parecido a una esperanza, por fin, de acabar con una vida triste de soledad y nostalgia. Ese dolor pesa mas que una simple cuerda, ahoga lentamente con mas crueldad.

Buen viaje amigo.

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