En Una Noche Como Esta

Ahí viene uno:

 - ¡Taxi!

Bien, me ha visto. Frena. A ver como se abre esto, que asientos mas comodos (cuidado con la falda), mi bolso a mi lado, a ver si sabe donde es:

 - Buenas tardes. A General Margallo, por favor. Es la anterior esquina con la calle Orense... paralela a Sor Angela de la Cruz...

 Cierro la puerta. Huele bien. ¿Vainilla? Miro la hora: llegaré a tiempo. Carlos es siempre súper puntual. Aunque no lo diga, sé que es un maniatico de la puntualidad. La otravez se lo vi en los ojos.

Supongo que aún nos falta ese puntito de confianza para enfadarnos el uno con el otro. Parece tener caracter, aunque no lo demuestre. Tiene iniciativa, eso sí. Las cuatro (¿cinco?) veces que hemos quedado, le he visto muy suelto, confiado en sí mismo. Anda un Zara, tengo que pasarme mañana por uno.

Y en la cama... es tierno, sí. Se le nota con tablas. Ha tenido que ser muy mujeriego. Espero que ya no lo sea. Tocaré, con sutileza, ese tema.

Espero que no me pida que vayamos a su casa. Estoy con la regla, no me depilé el miercoles (tenia que haberlo hecho pero no me apetecía), le diré que estoy cansada. Ademas mañana madrugo, y no tengo ropa. Cenaremos, tomaré un par de copas, y luego cada uno a su casa. Que el sábado, si eso... Aver, me bajó ayer, tres días de píldora, y para el sábado habre acabado seguro. Me depilaré el mismo sábado, cuando me duche. Y luego, alisarme el pelo.

Donde tengo mi movil... aqui, ummm, ummmm, notas, eso es. Sabado depilar y alisar pelo. Uff se me ha pasado ir al ginecologo... nueva nota, llamar mañana "al dedos" pedir cita... ya esta.Guardar, avisar... si, a las 9... ok, ok, ok. Guardar.Hecho.

 Me encanta esta canción:  de… ¿cómo se llamaba este grupo…? Era un tipo con el pelo cardado y pintado… ¡Mierda! Ya podría el taxista subir el volumen... Me da palo pedírselo. ¿Y si la tarareo para que se dé por aludido? A ver… el estribillo:

- Say hello on a day like today, Say it everytime you move…  susurro mientras le miro a través del espejo... a ver si se da por aludido.

Es más o menos de mi edad, tal vez mayor, esta gordo pero tiene unas ojeras muy pequeñas y muy bonitas. Seguro que lleva horas y horas al volante y tendrá hijos pequeños que le despiertan por la noche. Sus manos no son enormes, pero delicadas, y cambia de marchas como acariciando la palanca, y mueve el volante con la mano abierta.

¡Huy! Ahora me mira y me ve susurrando. Sonríe y sube la música. ¿Sonrío yo también?. Qué vergüenza.

 - Es que, me encanta esta canción... – le digo.

- Es de los Cure, Robert la compuso para este preciso momento... - me dice y vuelve a sonreir, que pena que haya quedado con Carlos. Si tuviera valor le diria si quiere tomar algo, que verguenza por Dios... ¡como puedes pensar eso! ¿y si te dice que no?

Si, pero, ¿a qué ha venido ese comentario? ”Robert la compuso para este preciso momento...”, me dice.

No entiendo en qué sentido me ha dicho esto... ¿Estará intentando ligarme? No es posible. No ha intentado iniciar ninguna conversación, ni me ha mirado hasta ahora... o eso creo. Fui yo, con mi comentario de la canción.

Semáforo, Carlos debe estar ya en la calle esperando. Espero que no se enfad... ¿que hace...? esta escribiendo algo en esa Blackberry que se abre, que la quieren todos en la oficina, menos mal que mijefe accedió a conseguirme el Iphone... aunque esa no esta mal... me mira por el espejo y comienza a escribir algo. Vuelve a mirarme. Vuelve a escribir. Qué intriga.

Verde... esta verde, deja ya el  movil en el otro asiento. Me dan ganas de asomarme con disimulo, voy a disimular con el bolso... pero no alcanzo a ver nada. Escribe muy rapido con los pulgares. Se acaba la canción, y selecciona otro tema. Es un CD. El que suena ya es la leche: No Ordinary Love, de Sade. Qué listo, me ha calado.

- ¿Giramos por la próxima? - me pregunta y vuelve a pillarme mirandole... tiene unos ojos bonitos, que pena que este tan gordo, tambien tiene una voz bonita. 

- Sí. Y luego a la derecha... voy al irlandés. Al Saint Andrew.... ¿Lo conoces? 


- Claro, Saint Andrew´s Cross Tabern... si, se come muy bien...  – me dice bajando y subiendo después el volumen.

Jo, seguro que conoce a los dueños y come ahi... Gira suave, como la piel de su cuello, y detiene el taxi no en la puerta del pub, sino diez metros antes, junto a Carlos, que me espera apoyado en un coche... ¿Cómo sabe que había quedado precisamente con él?

A ver... el taxímetro marca 8,85 €. Le dare este, un billete de 10 €. Extiendo la mano y él posa sobre mi palma cada moneda, una a una, de forma independiente. Un euro, cinco céntimos, otros cinco céntimos… y al darme los últimos cinco céntimos retira su mano y me toca, no sé sin querer, la yema de los dedos. 

- Gracias – me dice mirándome a los ojos y sonriendo, que pena que haya quedado con Carlos, no se que pensaría si le pidiera que se quedara a cenar conmigo, lo mismo piensa que soy una fresca... o no.

- A tí... – le digo, nerviosa, evitando su mirada.

Salgo del taxi. Carlos se agacha para mirar al taxista (¿por que lo hace...?) luego se acerca a mí y me da un beso, pero lo noto esta enfadado.

- Llegas cinco minutos tarde... anda vamonos, ¿que miras? – me dice.

El taxista continúa detenido, escribe algo en su telefono, me mira, me sonrie y luego se marcha. Sigo su estela hasta que Carlos, tira de mí. Y no me puedo quitar esa canción de la cabeza...

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