viernes, 20 de mayo de 2011

El Nieto De Nadie

                          




Les voy a decir una cosa...

Desde hace unas semanas me llevo fijando en los jubilados que veo por la ciudad. Los que somos padres no sabríamos echar una mano a nadie si no hubiéramos aprendido de nuestros mayores cuando cuidan o miman a nuestros incansables niños.

Niños que necesitan un guantazo de vez en cuando... o dos.

Pensaran que soy un dictador de infantes, pero es que entiendo que dejar hacer a las pequeñas bestias lo que quieran, no es sano ni para ellas, ni para nosotros ni para los inmuebles que destrozan los niños de los huevos...

Y me hace gracia porque cuando voy a recoger mi coche me cruzo con un jovial abuelo que se empeña por darle cariño a un asssqueroso niño que todas las mañanas sufre al ver el acoso de su abuelito porque con sus labios mugrientos quiere darle su mugriento abuelo. Evidentemente esto esta escrito desde la assssquerosa óptica de un chaval assssqueroso y caprichoso.

Las chachas del siglo XXI son sin lugar a dudas nuestros abuelos.

Suben al carromato y les dejan hacer de todo, se ponen de pie... "señoooora, haga que el nieto este sentado y con el cinturón puesto..."Y claro, comparas esto con que yo el abuelo a admirar fue mi abuelo Maxi. Que murió porque franco le fusilo... Por que era anarquista... Porque tenia sus ideales... Porque daba el paseillo a falangistas, osea fusilaba en el pardo a falangistas o carlistas...

Pues que quieren que le diga... ERA MI ABUELO... ¿y que?

Era un hombre de orden y consecuente, el fusilaba... Y le fusilaron en las tapias del cementerio de la Almudena, justo enfrente de unos campos de fútbol en La Elipa.

Y mi otro abuelo, el franchute... otro superheroe de la guerra de Indochina.

Que yo sepa no fusilo a nadie, el hombre solo colocaba bombas en los aviones... Eso no es matar! Es colocar bombas en los aviones... Las bombas eran las que mataban.

A este ultimo si le conocí algo mas, al menos hasta que me case.Pero nada que ver con los abuelos de ahora, un sieso oiga ¡y encima francés!

La mayor conversación que he tenido con el y que recuerde era en la mesa cuando terminaba de comer y había que pedirle en su casa permiso para levantarme...

No creo que hablara con el algo mas, no recuerdo estar mucho con el. No hizo ningun intento de comunicarse con sus nietos en el idioma de sus nietos nunca, pobre hombre, su hija se había casado con un africano de casta superior...

Porque las comidas con mis abuelos eran variaditas, desde el menú que siempre era igual: sopa de puntos, rábanos con mantequilla y sal (muy sano) y bistec frio con salsa de mostaza dulce. Y quesos, fromage, brie, etc... Pero lo mejor era que hasta que mi abuelo no empezaba a comer no podíamos empezar y siempre en silencio.

- "Les enfants à la table ne parlent pas, sont silencieux..." 1ª regla que aprendes con un abuelo exmilitar excombatiente de guerra.

Vamos, igualito que ahora. Que ves a los abuelos bailando breakdance y viendo en silencio Dora Exploradora, no vaya a ser que el pequeño cabezicuello se pierda algún tramo del interesante capitulo.

Así están los niños llenitos de invacuidad y malos quehaceres... ¡Ay generación insatisfecha y caprichosa...! ¡Un abuelo frances les daba yo a cada uno!

Por eso me dan cierta envidia los que hablan de sus abuelos con emoción y me cabrea los que desprecian a los abuelos que se desviven por ellos. Porque yo no se que es tenerlos, por no hablar de las abuelas... NO COMENT. Pobrecillas.

No he tenido una abuela que me hiciera el bocadillo por la tarde para bajar a la calle, ni el abuelo que si rompía algún vaso y mi madre me quisiera tirar de las patillas como castigo me defendiera mintiendo y diciendo que no había sido yo, sino el. (Y no se pueden imaginar lo que duele que te tiren de las patillas hacia arriba, pruebenlo)

Pero vamos, ser abuelo debe estar bien, sobretodo por la complicidad y admiración mutua que dicen que sienten tanto el nieto con el abuelo. La pena es que ninguno de los mios me contaran sus batallitas, nunca mejor dicho. Uno porque esta mas seco que la mojama y el otro no se si se acuerda de que existo o existí alguna vez.

Menos mal que me quedan mis abuelitos del taxi, que esos si que me cuentan las suyas...

¡Dices tú de mili!

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