miércoles, 6 de abril de 2011

Paradojas


Les voy a decir una cosa...
Ser chofero de ciudad es la vocación que todo hijo de un marques desea para el bien y futuro de sus hijos deseados.
Lo que más me llena de orgullo y satisfacción es, cumplir con mi cometido de psicólogo amateur, recibir las abundantes propinas de gente sinceramente agradecida por mi desgana en llevarles por el camino más largo.
Por no hablarles de mis compañeros de profesión... no he conocido a gente más agradable, sencilla, humilde, altruista, y considerada por el género humano.  
Prendes el aradio y todo son buenas noticias, que si "la economía esta genial", que si "estamos ya sin vislumbre de recesión", que si "ya no hay violencia de género", que si "el paro ya no existe... "
Todo son tristezas.
Me voy al baño y: ¡sigo en mi peso ideal!  

Mientras me doy un agua todavía no me creo que ayer mis bancos me han condonado mis deudas, pero eso no me sorprende, para eso son entidades filantrópicas y generosas.  
Por cierto, estoy contento mi vecina, ya no pone la tv por la noche y consigo dormir mis 8 horas seguidas.
Me levanto despejado, me hago el desayuno, me visto y me gusto...
Q placer…
Salgo a la calle, huele a frescor y a aire limpio y, oh sorpresa...
¡El parque de mi casa no huele a excremento animal!
Voy de camino al carro-táxi y, no me duele la espalda ni la cabeza, ya ni me acuerdo de como sabia eso.
Monto en el táxi, lo enciendo y veo que, llevo 20 días sin repostar aunque tampoco me importa el gasóleo esta a 0,20€/litro y sigue bajando.


Me paro en el primer semáforo y pienso:




¿Como sería mi vida si todo fuera al revés?

No hay comentarios: