lunes, 10 de enero de 2011

Rogelio & Paloma

Caminaba solo en la penumbra de la calle Toledo a escasos metros de la Plaza Mayor, donde sin quererlo se encontró con ella. Al ver que él se iba acercando a ella, se armó de valor e intentó por todos los que se fijara en ella, porque en realidad aunque con miedo, le necesitaba. Estaba asustada, nerviosa y aturdida.

-"¿como te llamas?...  no me lo digas..." - pensativo se tocaba con el dedo indice el labio superior donde tenia una cicatriz de algun golpe que le partío en dos la carne . "¡Paloma!... ven... sígueme..."

Ella al instante al sentirse atendida por las palabras de cariño, enseguida le siguió. Y fueron juntos a una entrada de una oficina de La Caixa, donde él todas las noches se refugiaba del frio.

De un bolsillo de su mochila sacó un trozo de roscón de navidad con algun trozo de fruta escarchada incluida y pellizcandolo le ofreció un cacho.

-"Toma cójelo, hoy te puedo ofrecer esto y el calor de mi pecho... no es el Palace pero con menos a mi me bastaría..." y ella hizo un gesto de gratitud y empezó a comer primero lentamente y con miedo y luego borazmente. No habia comido nada en varios dias.Venía de alguna zona urbana de Barcelona, pero la habian intentado matar, su vida estaba llena de lagunas, lagunas que Rogelio, en el fondo, no quería saber.

No queria saber si antes de él hubo otro, no quería saber si tenia algun hijo perdido por el mundo. No, Rogelio no era de esos. Ya había dejado de juzgar a la gente, hacía 2 años que vivía en la calle, fue un subdirector en una sucursal bancaría, con una vida perfecta que se desmoronó por su culpa. Pero la vida llena de excesos le habían llevado a su estatus actual.

¨Nadie le había oido quejarse de su destino, pues como decía él: "He hecho de todo, visto de todo y ya me puedo morir viviendo mi día a día..."

La primera noche, como todas las primeras ocasiones especiales, fue rara. Ella no se sentía del todo a gusto y él no sabia como agasajarla mas. Caricias, besos y calor corporal, mucho calor corporal. Pero su amor por ella es lo que la animó a no marcharse al día siguiente. Y así llevan ya varios meses. No se separan, no tiene intención de censarse como pareja de hecho pero sienten el uno por el otro el mismo compromiso. A saber, no dejar a su compañer@ solo. La soledad, eso es lo que les mataría.

Hoy les ví. Pasaban por la calle Goya, él la tenia cojida con su mano y la acariciaba lentamente y con mucha ternura y ella le daba piquitos de amor. La gente que se los encontraba de frente volvían su mirada cuando pasaban porque veían en los ojos de los dos algo que en su vida o en sus parejas no tenían... alegria, cariño de verdad y amor, mucho amor.

Y ellos sentian como la envidia sana de la gente les llenaba y les hacía sentirse seres vivos de verdad en un mundo donde los sintecho no tienen lugar.

Les voy a decir una cosa.... Yo tambien sentí envidia de su felicidad
.




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