viernes, 28 de enero de 2011

Amor De Trapo

Se acerca la noche y cuando no se oye nada ni se ve nada ellos despiertan.
Nunca los ves y si por un casual pasaras cerca de ellos quedarían inertes y no sabrías lo que está pasando.
Llevan juntos casi 8 años, al principio ni siquiera se miraban. Cada uno sabía de la existencia del otro pero por timidez o miedo a no ser aceptado, vivieron vidas nocturnas paralelas.

Hoy es luna llena.
Ellos una vez que despiertan se buscan, pues sus amos a veces los distancian y a veces a ocurrido que en toda la noche no han podido verse y eso les hace entristecer. Saben que tienen solo 12 horas de nocturnidad, pero para ellos es suficiente para demostrarse su amor imperecedero.
Hoy es luna llena y ella va a su encuentro para poder observar la magia de la claridad en la nocturnidad. Pero no le ve, lo llama pero no responde. Pregunta pero no hay respuestas. Ella sabía que algún día tendría que pasar. Hacía tiempo que él le decía que tenía cierta pérdida en su relleno y que temía por su futuro. Sería reemplazado pero ella nunca quiso hablar de ello.
Solo le queda unas horas para poder verlo y no le encuentra. Busca por los recodos de la casa y nada. Vio como habían hecho en la habitación limpieza de trastos viejos y de repente le dio por pensar que se lo habrían cepillado y estaría en algún cubo de la basura.
Y ¿que sería de ella ahora? ¿Quién le daría las caricias que consolarían su monótona vida? ¿Quién amaría a una pobre muñeca de trapo si su chico, de trapo también, ya no estaría?
Se sentó sobre el mando de la videoconsola y mirando a la luna lloró. Deseó también que se la llevaran con él... al  menos estarían juntos hasta el fin. Lloró y lloró sin darse cuenta que había alguien detrás de ella, alguien que solo verla así le mataba el alma, su alma de muñeco de trapo.
Le puso la mano en el hombro y le dijo:
-“no temas amor…  la madre solo me retiró para zurcirme el roto, me ha curado las pérdidas de serril. Pero por favor no llores mas…”
Ella le abrazó con tanta fuerza que no se podía distinguir si lloraba o reía.
Se miraron, se besaron y juntos vieron amanecer. Y antes que sus amos los descubrieran pasaron al estado inerte y quedaron en verse la siguiente noche dentro de la habitación de juegos.
Como hacían todas las noches desde hace 8 años... desde el día que fueron comprados en la tienda de juguetes.

No hay comentarios: