jueves, 13 de octubre de 2011

Tiempos Modernos



-"... ¿y que me dice de lo del 15M?, panda de gandúles perroflautas que no han dado un palo al agua..."

-"...ahá..." respondo condescendiente.

 -"No se imagina lo que me duele España... antes no era así. No le digo que con Franco estabamos mejor, porque no era así... pero que triste es ver como esta la gente. Siempre enfadada, se permite todo, se hace de todo... ¿ha visto usted que cada vez hay mas mujeres lesbianas...? ¡si las hay hasta jovenes quinceañeras que se besan en medio de la calle...! que yo no tengo nada encontra de los gays..." 

 -"Ni yo a favor..." respondo condescendien... ay, eso era antes. Umm, con-desgana.

-"En fin... ¡donde vamos a ir a parar!" 


-"En el siguiente paso de peatones" respondo condescendiente, con desgana, con desgüeve interno. 

Mujer de 75. Cansina, con aroma a nactalina y vainilla y timbre de voz parecido a Cayetana. Votante de la FEJONS desde que Blas lo formára. 0,04€ de propina en dos monedas.


Les voy a decir una cosa...

España no ha cambiado. El mundo no ha cambiado. La gente no cambia.

Es la modernidad que nos hace adaptarnos de manera cómica a "las nuevas tendencias". Lo que antes era una falta de civismo o moralidad, ahora opinar lo contrario es ser politicamente incorrecto.

Los matrimonios de ahora, como los frigoríficos, ya no son para toda la vida. Cuando se les pasa la fecha de garantía, se rompen y hay que comprar otro. La sociedad era contraria al divorcio... hasta que cambió la Ley.

También éramos contrarios al aborto y nos fascinaba los de la clase bien, muy dados a ir de compras a Londres... mientras los que somos la morraya paríamos avergonzados... hasta que cambió la Ley. Santa pildora del día despues que hace de las jovenes pasar de ser cándidas a meretrices por derecho propio. ¡Viva la liberacion femenina!

Tener un hijo invertido era una desgracia. Se era intolerante con los maricones hasta que tuvimos un hijo homosexual  (ahora se dice así aunque no tenga estudios) y nos presentó a su encantador novio.

Racistas, hasta que conocí a mi nueva novia ecuatoriana, después de aquel divorcio...

Patriotas excepto con Hacienda.

Católicos para pedir por los nuestros y vestir bonito en las bodas.

Amantes talibanes de los animales y de José Tomás.

De izquierdas cuando éramos pobres y de derechas cuando nos creímos ricos.

Diran Uds. que soy un extremista, puede que sí. pero es que todo esto lo veo a diario, en mi mismo taxi. Los hay que caen en constantes contradicciones por culpa de detalles o experiencias que, en su momento, les llevaron a cambiar de opinión. Usuarios que se mueven entre dos mundos y usan el uno o el otro según la confianza. O el contexto. O el interés.

Es como un juego privado, hagan la prueba, en cualquier frase que vayan a decir todo argumento de peso que digan antes del "pero", carece de valor a lo anterior. Estoy harto de oirlo y comprobarlo.


Aunque no entren en detalles, se les nota:  “Yo no soy                        , pero…”    



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