miércoles, 23 de febrero de 2011

La Extraña Diversion De Morfeo

Les voy a decir una cosa...

Todo en esta vida puede ir de mal a peor pero encima puede estropearse ante la impaciencia y el nerviosismo exacervado.

No sé que hora era, estaba muy oscuro y el ambiente sabia a una mezcla de polvo y arena. Al principio no tenia la necesidad de abrir los ojos, no quería pero a medida que iba despertando de ese molesto letargo intentaba abrirlos y no podía. Había algo encima de ellos que me lo impedía. Me dolía el cuello como si me hubieran estirado cogiéndome por un lado la cabeza y por el otro de los pies, me daba punzadas encima de la nuca.

Me dí cuenta que estaba en una postura semi-fetal a no ser porque también cuando quise rascarme la pierna me di cuenta que tenia atadas las muñecas hacia atrás, en mi espalda. Ahora entendía por qué tenia el brazo izquierdo dormido y me picaba como si se me hubiera metido un millón de hormigas desde el hombro hasta el dedo meñique.


"¿que me esta pasando? ¿que hago así? y lo peor... ¿donde estoy?"

Hacia calor, intente moverme pero me dolían todas la articulaciones del cuerpo, como si me hubiesen usado de alfombra a la salida de un colegio y una reata de niños hubieran pasado por encima de mi sin compasión alguna. Intente hablar o chillar, pero me día cuenta que estaba amordazado. Tenia la boca seca, con un trapo dentro de ella, al darme cuenta, me dio un asco tremendo he intente escupirlo pero al moverme desistí porque no podía, estaba doblemente amordazado de la nariz hacia abajo y también por la nuca con un nudo gordo, por eso me dolía la nuca.

Chille y chille, pero mas que chillar parecía una gorrina en celo, y encima el trapo que tenia en la boca, seco, me estaba dejando la garganta seca y era una sensacion desagradable.

No me podía mover. No soy un tipo grande pero entendí que estaba en un habitáculo en el que solo cabía yo y poco mas. Y en posición fetal.

No se oía nada en el exterior.

Solo el sonido del eco de los pajaros del amanecer, como cuando vuelvo de apatruyar un viernes a eso de las 5:45 A.M.a casa y siento que es como que me dan la bienvenida al hogar.

"¿Y si nadie me encuentra? ¿Y si me desidrato a lo largo del día? ¿Y si muero en circunstancias extrañas y paradójicas como en algún capitulo de CSI y no me encuentran en días o semanas o
meses?"

Dolor de cabeza. Sobretodo en las sienes y punzadas en el corazón. El extres del semi muerto... o premuerto... muerto al fin y al cabo.

De pronto, los pajaros del amanecer callan. Y oigo pisadas de algo o alguien. Son casi imperceptibles, suenan a pisadas de un animal, un burro... no, no, no, un burro o un caballo sonaría: ¡clop, clóp, clop! y esto es mas un ¡chisssissssí! como de un bicho mas pequeño.

Sentí el sonido de olfateo animal, pensé "podría ser un perro... o un jabalí", tanto lo uno como lo otro no me daba mucha esperanza, la verdad. "¡podría ser un lobo!", que Iker Jimenez el otro día hizo un programa en Cuarto Milenio una sección hablando de como el lobo ibérico había llegado otra vez a Madrid... a Madrid... eso suponiendo que estuviera en Madrid.

¿Que hacia ahí? ¿Porqué habia llegado a esto?... "haz memoria Danette, haz memoria... ayer empezé a eso de las 16:45..."

¡A sí...! ya voy recordando... lo ultimo que hize fue repostar en la c/Goya y una mujer me pidio que la llevara al cementerio de Mostoles en la misma gasolinera... ya recuerdo.

No me acuerdo muy bien de como era, pero lo que recuerdo muy bien es que desprendía un olor muy especial, como de perfume bueno, lo malo es que no sabría reconocer la marca (siempre he sido malo para eso), y recuerdo que se lo dije mientras ella sacaba un pequeño pfu-pfú para volver a echárselo en el cuello... ¡pero fue a mi a quien me espolvoreó cuando llegamos al descampado del cementerio...! y ya el resto es confusión y eco en mis oídos, mucho eco...

¡Yas está!

Estoy en el maletero de un coche, probablemente en el taxi. Estoy amordazado y atado de pis y manos... por eso no me puedo mover, por eso me duele el cuerpo, por eso me duele la cabeza y por eso tengo una bola de trapo dentro de mi boca, que me esta haciendo que bajo mi nerviosismo, me está ahogando...

"¡Dios mio... Me han secuestrado!"

"Ahora la mujer le habrá hechado pelotas a moverme con lo que peso yo en canal" - pensé - "que se aguante, lo mismo le ha dado un pinzamiento lumbar al moverme"

De pronto, oigo pasos, esta vez digo bien, pasos humanos. deben de ser al menos 2 personas charlando y riendo pero no llego a distinguir lo que dicen, están lejos... Se callan. La espera a distinguir algún sonido significativo hace que las manos supuren un sudor asqueroso y mi frente y mi espalda parecen un surtidor.

Si abren el portón del maletero me haré el muerto para darles una sorpresa. cierro los ojos, gradúo la espiración intentando parecer un ser desmayado y el portón del maletero se abre.Ahora del calor del habitáculo paso al frío mas espectral. es un frío molesto, como de estar a una hora cercana al alba.

Sentí en mi cabeza algo. Algo frio y circular, como un hierro apoyado a mi cabeza. Y también siento un sonido muy familiar que oímos todos en las películas, el resorte seco de cuando se carga un arma. Si, ¡me están apuntando con un arma!... ¡no quiero morir!

"¡Despierta!... ¡Despierta!..." suena una y otra vez la voz femenina. "¡Dan despierta!"

"¿Dan, como sabe mi nombre?" pienso desesperado y llorando."Despierta, cariño... son las 7... me dijiste que te despertara conmigo" me susurran al oído, y abro los ojos.

Ya no se oyen a los pajaros, ni las fragancias del campo. Miro a mi alrededor y estoy en mi habitación, en la cama mojada de sudor mío alrededor de mi cuerpo que a su vez esta mojado de gotas de sudor.

"¡Vaya nochecita que me has dado, chaval!... no paraba de moverte, hacer ruidos estraños con la boca, estabas como llorando...  has tenido una buena pesadilla, ¿eh?... aaaaay! si es que no se puede leer tanta historia macabra... ¡hasta tu perra se ha acercado a verte en la noche!"

Mire al techo, boca arriba dí gracias al señor de que todo acabara, y el olor a café recién hecho me impulso a afrontar otro tedioso día, en mi tediosa vida.

¡Menos mal que en el sueño no tenia ganas de mear, si no, salimos nadando esta noche!

¡Pa vernos matao!



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