lunes, 14 de febrero de 2011

Jekyll & Hyde

Les voy a decir una cosa...

Si les digo que admiro a un tal Robert Louis Stevenson ... a ustedes no les dice nada.

Pero si les digo que desde un míco me fascino una novela sobre el monstruo interno que tenemos todos, y sobre todo, descubierto por mí desde que visioné por primera vez en la TV en un programa que presentaba, allá en los 80, un tal Chicho Ibañez Serrador (el admirado maestro de Alex De La Iglesia). Pues bien, Chicho presentaba un programa llamado: "Mis Terrores Favoritos".

Y como pasaba en españa en aquel tiempo, gracias a la herencia que nos dejó el Invícto, para los mortales era un programa innovador, con el tiempo y un poco mas de cultura televisiva, me dí cuenta que era una copia de lo que había echo 20 años atras el genial Hitchcock.

Volviendo a Stevenson... este novelista hizo una obra, un fantastico relato, que no solamente ha servido para hacer distintas obras de teatro o cine, sino que incluso iba a la par, con las investigaciones que realizaban en aquel tiempo los psiquiatras o loqueros de su epoca e interesó tanto que se podria decir que ayudó a estos medicos a entender uno los problemas del cerebro. La novela que hizo en 1886 se llamó "El extraño caso del Dr Jekyll y Mr Hyde".

Y una de las peliculas que ví con 10-12 años que me fascinó fue la adaptacion de esa obra a la gran pantalla por uno de los mejores actores, en mi humilde opinion, que el cine de oro americano ha dado. A saber, Spencer Tracy, el film se estrenó en 1941 y se llamó "El Estraño Caso del Dr. Jekyll". Ya había sido llevada al cine en 1920, pero como era mudo, supongo que no reflejaría la intensidad de la novela.

Pues bien, ayer tuve el honor de llevar en el taxi a una reencarnación de Hyde, en forma femenina. Les cuento...

22:18 P.M. Puerta de llegadas de la estacion de Atocha.

Monta en mi vehiculo, una pareja en la que me doy cuenta que él es mayor que ella en aspecto externo, pelo canoso, bigote y barba estilo Alatriste, gafas redondas tipo Lenon, para dar impresión de intelectualidad.

Ella, mujer de pelo cobrizo, de unos 40-45 años, mirada viva, ojos claros, pantalones vaqueros ajustados color marrón que la sentaban de maravilla y ella era muy consciente de eso, forro polar fino color negro ajustado, buen pecho o mejor dicho buen wonderbra, oséa que la mujer estaba para mi gusto de 8,95 sobre 10.

Me indica ella que quieren que les lleve a Pozuelo a la Avd. de Europa, "por donde usted quiera... nos lleva por el tunel de Santa Engracia... etc".

-"Entonces no es por donde yo quiera..." - pensé.

Y de repente él dice: "mejor por la c/ Genova... ¿no?" - ella le mira con cara de "no me gusta que me lleves la contraría..."

- "como quieran... por donde me digan"

Ella me interumpe y dice: "bueno usted sabrá mejor que nosotros... ¿que es mejor?, ¿por donde digo yo o por donde dice mi chico...?" y le coge la barbilla haciendo pinza con el pulgar y el dedo indice, le da un piquito en los labios y deposita la mano en la entrepierna del "chico" con el consabido sobresalto, sonrisa y carraspeo de disimulo.

Pero él dice: "no... mejor yo le indico... sube Genova... Rosales... y carretera de Castilla y llegaremos a Pozuelo mejor..."

"Oído cocina!" dije, pero me fije que ella seguia con sus arrumacos genitales y el estaba encantado de la vida, susurraban algo de que al llegar a la casa se iban a duchar y algo de un no se que de un masaje... preferí subir el volumen un poco de la radio porque me estaba engorilando y todavía me quedaba unas 4 horas de apatruyar por la city.

Bajando por Rosales, en la primera glorieta que enganchaba a la carretera de Castilla, estaba cortada y segui en direccion de la estacion Norte para bordear el camino... el abuejo de Heydi en unos segundos se díó cuenta, y me preguntó porque iba por aquí, no se había dado cuenta... no me extraña, pensé, con tanto calentamiento global al bajar tanta sangre al miembro el riego no había llegado bien al cerebro...

Al explicarle lo que había pasado, de repente, la esplendida mujer liberal y probablemente selecionada para un Goya a la mejor actriz de cine erotico... pegó un golpe a apoyabrazos de la puerta, con un: "J...r tío!!! es que no te enteras de nada!... ¿no sabes que por aqui lo cortan tooodos los domingos?... es que estas en tu mundo... en tus tesis... y en tu manera de rebajarme constantemente!! y yo trago, trago, trago... ¿y tú? ..."

El hombre solo sabía decir "tranquila carí..." como con miedo de que la bestia soltara vomitos verdes y la cabeza diera vueltas como la niña de "El Excorcista"... 

-" ¡¡¡y encima organizo un fin de semana romantico en Sevilla para que haya eso... romanticismo y SEXO... SEXO... y tu vas y te llevas los examenes!!! ¡¡¡Que huevos tienes!!!"

Silencio en unos 10 minutos, llegamos al destino y la mujer se fue al portal sin despedirse, sin su sonrisa inicial, sin sus ojos claros... ¡oiga, que yo no tengo la culpa!.

El hombre me pagó con cara de resignacion y de pensar en la nochecita que le esperaba. Aunque le vi tranquilo y despreocupado.

Y al salir de Pozuelo pensé en Spencer. El gran Espencer, bueno... gran gran ya no, la mujer esta se había convertid en Hyde en menos tiempo que el, sin caracterizacion, y sin metodo Estanislasquí.

Pobrecito, pensé, encima eso lo llega hacer él y ella le acusaría de maltrato psicologico, encima pasando una verguenza que te cagas. ¡Porca miseria! 

El sexo debil... una miiieeeerda como un niño de 6 años.

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