domingo, 26 de diciembre de 2010

La Meretriz

01:30 un hombre me lleva a una de las ciudades dormitorio, Coslada, para acceder a ella antes hay que pasar por un polígono empresarial.

Desde que Gallardón acotó La Casa de Campo, las meretrices tuvieron que cambiar su ubicación y lo que era un problema de imagen en una zona de Madrid, ahora se ha convertido en varios pequeños problemas pero por toda la ciudad. Gran político este... no solo ha llevado a la ruina el ayuntamiento de Madrid con la no-olimpiada, sino que, ha llenado Madrid de putas y gente de malvivir.

Pues bien, de vuelta en una parada de autobús a unos 100mts de distancia, distingo la figura de una mujer que me hace señas para que pare. 01:45 a.m. y -3º de frió intenso.

Cuando paro, en vez de abrir sin mas la puerta trasera como hacen los distinguidos usuarios, la mujer envuelta de frío en su piel caribeña hace que baje la ventana y me dice con voz tenue, como esperando mi negativa:

-"¿me llevas a mi casa?... no aguanto mas este frío..."

- "¿porque no?" le dije.

Entró tiritando e inmediatamente subí el ventilador del auto y los grados de la calefacción para que se fuera calentando mientras íbamos al destino.

Era de unos 33 años, no puedo describir su pelo pues no se quitó el gorro ni la bufanda del cuello por el frío. Su piel no era oscura, era como decimos aquí... "café con leche", sus ojos grandes estaban cansados como ausentes, llenos de vértigo y dolor interno. Su cuerpo era normal, ni muy alta ni muy delgada, con sus curvas de mujer normal, no como los escuerzos que se ve por la tv y son modelos de imagen. Era una mujer normal y con una voz agradable, porque normalmente, la gente de color... negro, tiene una voz intensa y matizada, esta mujer no. No se de que país era, ni me importaba.

Sin saber porque le pregunté:
- "¿desde cuando llevas aquí?..."

- "Desde las 18:00, pero como estaba sin luz y con este frió, se me ha hecho eterno, chico. Encima no he tenido nada de trabajo...  que cansada estoy de todo... hasta a veces de vivir..."

- "¿tienes familia aquí?" le pregunté rápidamente para cambiar un poco su mirada triste.

- "No. Vine con mi hombre hace 2 años, y hace 4 meses se fue, y no lo he vuelto a ver. Pero así estoy mejor... me daba muy mala vida, tu sábe..."

-"vaya... lo siento." dije.

Mientras avanzabamos hacia su casa, empezamos a hablar de que el frío nos hacia estar mas tristes, le conté que yo no llevaba tampoco una gran tarde.La conversación fue agradable y cordial.

- "Una retirada a tiempo es una gran victoria, mi amol... mira yo... ¿tu crees que con estas manos de negra congelada puedo trabajal? ¡espantaría a los clientes, chico!... y no te cuento como tengo el resto... ¡apagaria al hombre mas caliente de la ciudad!..." y nos echamos a  reír. 

Quedaba poco para dejarla en su portal, me sorprendió, porque conozco desde hace años la calle y nunca pensé que una mujer de "moral distraida" viviera en un bloque tan común y casi nadie lo supiera.

- "Son 6,50€...  por favor..."

Y ella, sin buscar en el bolso, me pregunto:
- "y tu, ¿estas solo? ¿no te espera alguien?

Me llenó de tristeza la forma en que me miró, porque era una simple pregunta no una proposición, ni siquiera me ofendió su pregunta. Mas bien, entendí que a lo mejor hacia mucho tiempo que nadie la había tratado como lo que era, una persona.

- "Si... alguien me espera. No te ofendas, pero son 6,50€... si quieres como está muy oscuro espero a que entres al portal".

Con una sonrisa metió su mano en su bolso, y al pagarme con 10€ me dijo:
-"grasias, por no haber querido cobrárlo de otra forma. Eres el primer conductol que me trae sin esperar nada a cambio y haserme sentirme una mujer normal..."

-"Eres una mujer normal... es solo que estas pasando una mala racha en la vida. Pero solo tú puedes cambiar esto"

- "No es tan fásil, pero grasias. La que te espera tiene suerte. Adiós buenas noches"

Y se metió en su portal, dió a la luz y subió las escaleras y su figura se perdió.

Hay una leyenda urbana que dice que normalmente los taxistas se cobran la carrera en carne porque que son las meretrices las que les dicen de hacerlo así. Pero yo no lo creo. Yo creo que mas de uno lo propone sabiendo que la mayoría de las veces ellas dirán que sí por miedo a no ser llevadas a su casa.

Al principio pensé que mi ultimo comentario la habría ofendido. Pero me lo hubiera hecho saber, pero es que la pobreza no esta reñida a la falta de dignidad. Y pienso que ella tiene la llave de ese cajón desastre.

La vida no es fácil para nadie. Luego recordé lo de "el que esté libre de culpa que tire la primera piedra". Y en que no debía juzgar mas porque ella misma al mirarse al espejo día a día ya llevará su penitencia.

Metí 1ª y puse dirección al hogar... deseando acurrucarme junto a la que me espera. "Mañana será otro día" pensé, apagué el taxímetro y me fui a casa.

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