lunes, 19 de noviembre de 2012

Gastando El Futuro


Les voy a decir una cosa...

No solemos ser conscientes de que el tiempo pasa hasta que vamos al entierro de un amigo y vemos a los otros que todavía viven o, cuando nos hacemos el DNI porque después de mas de diez años el actual esta gagá.

El tiempo es esa sombra cruel que te persigue aunque el sol te de de cara y no ceja de existir mientras existas tu. Pasan los días y para cuando te quieres dar cuenta, te dices a ti mismo: 

-"¡Dios! cuarenta años ya... ¿quien me a robado el mes de abril...?" (ahora entiendo su canción Maestro)

Ves a la gente al rededor de ti pero las ves siempre igual, y no. Ellos a ti no, pero te lo ocultan. Miras la discoteca de la librería de casa y asustas de tus gustos musicales, te parecen estrambóticos o ridículos. Miras los títulos de las películas en las cintas de vhs que guardas, no se para que, y te parecen del pleistoceno. Y como te de por mirar alguna de unas vacaciones en Benidorm...

Me levanto cada mañana y gasto mi tiempo en llevar almas de medio pelo. Algunas me agradan otras las odio. Algunas por el juego del vil azar repiten o repito, no se, pero sigo borrando minutos a mi vida.

Muchas veces en lo alto del puente del embarque de la T2 abro las ventanas y escucho la vida de la ciudad palpitar, en silencio. Escucho pitidos, voces, quejidos, risas, llantos, jadeos, golpes... Ecos de una ciudad que recuerda que el tiempo no para. Lo hago también de noche cuando espero agazapado en el Paseo del Prado a que los ciudadanos quieran regresar a su casa en calesa después de gastar su tiempo en alguna cena o trago por Huertas.

Hoy he soñado con la gente que he perdido este año. Mientras me duchaba recordaba a Rafa y también la risa ronca tabaquera de Belén mientras la llevaba a químio. Me acordé hasta de Bernardo, el cual nunca conocí pero los compañeros no pararon de contar anécdotas de él con su taxi, antes de que se quitara la vida el mes pasado víctima de sus excesos y miserias.

He recordado lo que me dijo el sábado por la noche Franky mientras cenábamos en su taxi, precisamente en el puente de la T2, sobre como esta miseria nos va lentamente borrando la vida:

- "¿sabes Dan ...? - me dijo - este trabajo es muy cruel, te roba el tiempo y lo ahoga... y no lo recuperas jamas..."

Me miro al espejo y veo cansancio, arrugas, manchas en la piel, ojeras... eso es el paso del tiempo. 

Tiempo que no volverá.


1 comentario:

miguelon dijo...

Joder .Danete no sabia esta faceta tuya, eres un tio polifacético Bueno ya m contaras mamón, un abrazo.