miércoles, 4 de abril de 2012

Fe


- "Pues no sé a usted, pero a mí me da una pena que haga este tiempo..." - me dice la pobre mujer de unos 60 años con acento del sur y mirando por la ventanilla de mi taxi al asfalto mojado de mi mojada ciudad.

- "Pero... no se apure mujer, el agua es buena... tanto y tanto rezar a los santos, en algún momento tendrían que hacerlo... digo yo..." - respondo con sonrisa sarcástica - "... además, ¿donde se ha visto una semana santa sin llover?... en el Sahara, ¿no? pues ale... que llueva - que llueva la virgen de la cueva..." - tuve que parar porque noté en su mirada que, no solo Rajoy iba hacer recortes... ¡me iba a quedar sin propina!

- "Si, ya... eso es cierto... pero a mí me da pena mi vecina Marijúli. Hizo una promesa cuando su marido le diagnosticaron el cáncer y de momento ha durado un año mas (aunque bueno están siempre a la gresca discutiendo y tirandose los trastos a la cabeza...), y la mujer había pagado para que su hijo fuera costalero en la procesión del Cristo de los Pelos, allí en su pueblo... y con la lluvia, en fin..."

- "Ya si yo la entiendo, pero ¿me está usted queriendo decir que el Señor a lo mejor es ludopata y lo mismo se lo ha jugado todo, ha perdido y ganó el dios lluvia...?"

La mujer me miró con perplejidad y estupefacción, noté como después de analizar mi vacile empezó a subirle la ruborización del que nota que le han birlado la peluca. Y escuetamente me suelta:

- "Oiga, joven... ¿se esta usted riendo de mí...?"

- "No señora, ni mucho menos... es el Cristo de los Pelos del pueblo de su vecina el que se ha reído de los feligreses, con el beneplácito del cura (supongo) un año mas..."

Efectivamente, me quedé sin propina y la mujer me soltó una mirada de desprecio al bajar y de dijo algo así:

- "¡Ateo...!"


Les voy a decir una cosa...

Entiendo que esta mal hacer humor personal con la fe del proletariado. Mas si cabe cuando uno mismo es también creyente y practicante... sin jeringa.

Pero es que los católicos me pueden. Son los mas místicos e hipócritas para la chorrada y camaleónicos para la verdadera implicación de la devoción. Les preocupa mas que los vean los de alrededor que el que en realidad Todo Lo Ve.

Osea, que la señora se ofende con Dios porque a su vecina le había sobornado por medio de sus corredores de apuestas y no se había podido cumplir públicamente una promesa personal, supongo que hecha en el mas estricto anonimato y de rodillas en el lado de la cama, como mandan los canones.

Ni Almodovar lo hubiera planeado mejor en su próxima película...


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