domingo, 18 de septiembre de 2011

Pero La Quiero

-"Qué siii... que si, mujer... ¿como se me va a olvidar?... annda luego nos vemos.." (cuelga el telefono) "¡que pesada...!" me mira, me guiña un ojo  y  me sonríe.

Como vé que no le sigo la mirada (a lo mejor porque estoy conduciendo con un trafico de bemoles) vuelve a insistir:

-"Las mujeres... que son unas pesadas, ¿no?"

-"A veces... no se..."

-"¿no tiene pareja, no esta casado...? ¡No sabes usted la suerte que tiene! vamos me quitan a mí 15 años y sigo soltero... vamos con la cantidad de chóchos que hay... ¡fundo la ciudad!

A ver, llegado a este punto de comunicación entre cliente y provedor de servicios, valoro la posibilidad de que al serguir este tema en concreto y dar mi punto de vista, haga que el señor cliente se ofenda o no quiera seguir con el tema. Varón de unos 50 años, casado y cansado de estarlo, añorando una segunda juventud, grecian 2000 color oscurete enel pelo para disimular las canas.

Despues de micromeditarlo... calculo y pongo en marcha la maquina.

-"¿esta usted casado desde hace mucho?" -pregunté.

-"A ver... desde hace 30 años... hombre eran otros tiempos, si queriamos cama teniamos que casarnos, ya me entiende, no es como ahora... que las chicas estan deseosas..." - y se ríe - "¡y nosotros claro, ya me entiende...!"

La verdad es, que este engendro humano, este cruze de aborto de Espinete mezclado con Arturo Fernandez, si piensa que las mujeres de ahora te agarran del cuello a la vuelta de la esquina y te violan impunemente solo por el hecho de ser macho, si le dejara la mujer, no duraba ni un asalto.

-"Pero a ver, tampoco estará mal con su señora, lo digo porque llevan casi una vida juntos, ¿no?" - dije.

-"¡Que va!, lo nuestro ya es aguantarnos... mire, no puedo mojar pan en las salsas... ¡dice que siempre me mancho! y solo son algunas veces... no puedo llegar a casa despues de la timba y querer cama... ¡siiiempre esta dormida!, y me da igual que sean las 4 o las 5, a ver si me entiende... no aguanta a mi madre, ¡mi madre que es una santa! se olvida ya de lo jorobado que me lo hizo pasar su padre (que era un guardia de Franco)... y luego esta en lo fisico, ha engordado, las tetas se le han caido, tiene arrugas, esta siempre conmigo de mal humor... y de sexo ni  le cuento... con eso de la menopausía... ahora que a mí me cuesta a veces, encima se enfada... lo que me a costado a mi hechar un casquete y ahora es ELLA la que no tiene paciencia..."

-"¿Porque será?" - pensé.

El hombre mirando a la ventana, se empezó a emocionar y sin querer que viera como lloraba y me confesó:

-"La verdad... es que... la quiero. No se que haría sin ella... mire, hoy es nuestro aniversario, se me había olvidado y me ha llamado al cacharro este para recordarmelo y pedirme que no llegue tarde que me ha hecho una cena especial..."


Les voy a decir una cosa...

Los humanos catarrinos cofundimos la convivencia con la felicidad. Y cuando la convivencia tiene grietas no las aceptamos porque pensmos en el fracaso no en la cotiedanidad.

Esa mujer era una santa. Y ese hombre era un cabestro. Pero en el fondo se querían, ¿para que mas?

Cuando se calmó, le propuse que fueramos a una floristería y comprara el ramo mas bonito. Luego le invité a una cervecita. Nos reimos, hablamos de futbol y de Salvamé... y le dejé en su casa agradecido.

No hay comentarios: